YAMAHA TRACER 900 GT, LO MISMO PERO MEJOR

Lanzada al mercado en 2015 como la MT-09 Tracer, la sobreexcitada Grasshopper de la firma de Iwata sufre una profunda evolución en 2018, empezando por el cambio de nombre, es decir, ahora tendremos que hablar de la Yamaha Tracer 900 en versión normal o GT. En esta prueba te contaremos nuestras aventuras en la versión GT, diseñada para motoristas deportivos.

Los defectos de la MT-09 Tracer han sido corregidos señala el concesionario de motos de ocasión Crestanevada. El Tracer se posicionó en 2015 junto al Mt-09, un roadster salvaje con motor de fuego, el conocido y apreciado CP3. El Tracer era un roadster de gran altura con un diseño distintivo que tenía sus fans y detractores. El chasis no estaba exento de fallos, y la anchura del manillar era un hándicap a la hora de subir la cola. El asiento de madera blanda no era popular entre los jinetes a los que debía atraer (los guarnicioneros se aprovechaban de ello) y la suspensión no ajustable no ofrecía la serenidad y el confort esperados. A pesar de ello, la MT-09 Tracer fue capaz de enamorar a un público de todo tipo, joven o no, principiante o experimentado, y esto se debió principalmente a su motor y a la mejor protección que la roadster de la que derivaba.

La versión que se nos entrega en 2018 ha aprendido las lecciones del pasado y Yamaha no ha partido de cero, sino que ha optado deliberadamente por mejorar la Tracer 900. Repasemos los distintos puntos de atención mencionados antes de subirnos a la moto. Si los comentarios parecen ácidos, son objetivos porque el autor de esta prueba fue propietario de 2 modelos de Tracer 900, una versión 2015 y otra 2017, ¡así que estás avisado!

El diseño sigue siendo reconocible, el Tracer sigue siendo distintivo, aunque las líneas sean menos cuadradas y se hayan añadido algunas cucharillas. El acabado también es mucho mejor, los carenados están mucho mejor encajados entre sí, aunque todavía hay margen de mejora, tendrás que jugar con las fijaciones para conseguir un día similar en la izquierda y en la derecha.

Los guardamanos, que siguen siendo de serie, han sido muy modificados y el aspecto es menos atrevido, más consensuado. Sin embargo, su protección es menos eficaz y la parte superior de las manos queda más rápidamente expuesta a los elementos que en la versión antigua.

Su gran ventaja es que ya no tienen una influencia aerodinámica negativa o el efecto vela que solía aliviar la parte delantera y hacerla muy ligera bajo una fuerte aceleración o a alta velocidad.

El basculante se incrementa en 60 mm, aumentando la distancia entre ejes de 1440 mm a 1500 mm. La estabilidad que faltaba en la antigua versión está ahora presente y la tracción se refuerza. La única diferencia es que la Tracer 900 pierde su agilidad en el pif-paf, pero ha perdido su lado vivaz y canalla por una madurez que le permite considerar la carretera con más serenidad. El ángulo de la cabeza (24°) sigue siendo el mismo y sólo ha aumentado la distancia entre ejes. Salir de las curvas con un gran acelerador hará que la moto oscile sin ningún peligro real pero con una desagradable sensación de pérdida de control.

La anchura del manillar era una de las quejas de los propietarios de las primeras versiones. El resultado es que el manillar es 100 mm más ancho al cambiar los guardamanos y los extremos del manillar, y el propio manillar es 16,5 mm más estrecho. La curvatura del manillar sigue siendo buena, la posición de las manos no rompe las muñecas y la dirección sigue siendo bastante neutral a pesar de la reducción de la palanca.

La Tracer 900 GT es un verdadero placer de conducir. El motor es la principal razón de ello. Gira la goma adecuada y deja que la emoción te invada. Este motor casi te hace olvidar las carencias aún presentes en esta versión 2018, te hace querer conducir, meter una marcha y hacer que la Tracer salte hacia delante con ardor hasta la siguiente curva, el control de crucero será una excelente y necesaria salvaguarda para tu carnet de conducir de lo contrario ten cuidado, es más que probable que acelere sin ni siquiera quererlo. El control de velocidad de crucero viene muy bien en estos tiempos de fuerte presencia policial en los arcenes y hará que los viajes por autopista sean agradables y no resulten costosos en multas. La distancia al suelo de 130 mm es un gran aliado en este caso, pero a pesar de estas cifras, las estriberas limarán rápidamente el asfalto y la suspensión blanda te invitará a abandonar, cortar el acelerador, subir de marcha y disfrutar del par. Sea cual sea el régimen del motor, la Tracer 900 GT está presente y sana. El ahorro de combustible y el depósito de 18 litros permiten recorrer 300 km entre repostajes. La comodidad del asiento quizás los limitará más rápidamente que la protección que aliviará su cuello y sus piernas estarán resguardadas detrás de los laterales del carenado y las muescas del depósito de combustible.

Unos cuantos accesorios bien elegidos del catálogo de Yamaha o de otros lugares (dada la gran popularidad de la Tracer, hay un gran número de fabricantes de accesorios que se interesan por esta moto) harán que esta Tracer 900 GT sea aún más adecuada para los viajes de larga distancia, y puede presumir de ello, dadas sus cualidades. El precio de compra de 12.499 euros para la versión GT lo sitúa frente a varios competidores japoneses, británicos y alemanes. La Tracer 900 GT ofrece un placer de motor que no se encuentra en ninguna otra moto, excepto la S1000XR alemana, pero no es tan buena como la S1000XR alemana en términos de acabado y suspensión. Nada irreversible en sí mismo pero hay que saberlo, la Tracer 900 GT es la moto ideal para ir rápido en dúo pero no demasiado lejos y sólo para un fin de semana. Es un fuerte resumen de la situación, pero en lenguaje llano es un muy buen análisis. Pruébalo, pero ten cuidado, el mordiente del CP3 es tal que hay muchas posibilidades de que cedas a la tentación de poner uno en tu garaje. Ya sea una Tracer o una MT, una GT o una SP, las posibilidades son numerosas y lo más probable es que encuentres la moto de tus sueños en la gama con motor CP3 de Iwata. Te enganchas rápidamente y a veces es difícil superarlo.