Ante la evolución de la oferta automovilística, la normativa y la fiscalidad, ¿te planteas la pertinencia de comprar un coche eléctrico nuevo o usado? Respondemos a esta pregunta.
¿Cómo funciona un coche eléctrico?
Bajo la piel de un VE hay uno o varios motores eléctricos. Puede haber uno para todo el vehículo, uno por eje o incluso uno por rueda. Esta energía permite que el coche se mueva, además de alimentar todo el equipo. Hay varios tipos de motores eléctricos. Existen varios tipos de motores eléctricos, entre ellos el motor continuo con estator magnético y bobina. El motor síncrono combina un estator bobinado con un rotor magnético. Por último, el motor eléctrico asíncrono (de inducción) es el más común. A diferencia de los motores de gasolina o diésel, un bloque eléctrico no emite ningún contaminante y, con los avances tecnológicos, es una alternativa al diésel y la gasolina.
El motor eléctrico se alimenta de energía mediante baterías de iones de litio, lo más habitual, señala el concesionario de coches Madrid Crestanevada. Estas baterías suelen estar presentes en los pisos de los modelos más comunes para controlar el centro de gravedad del vehículo: Nissan Leaf, Renault Zoe, Volkswagen e-Golf, Smart Fortwo ED, Tesla Model S y X. La solución de las baterías de iones de litio parece ofrecer la mejor relación calidad/precio en la actualidad, aunque plantea dudas sobre las condiciones de extracción del litio (en Argentina, Bolivia, Chile y China) y también sobre su reciclaje.
Existen otras fórmulas. En particular, la batería LMP común a las producciones de Bolloré, así como el E-Méhari, que es el derivado de Citroën del BlueSummer. Sin embargo, esta batería no tiene efecto memoria. Por lo tanto, es necesario recargarlo más de lo habitual, ya que de lo contrario su capacidad disminuirá al cabo de tres días debido a su enfriamiento. Existe otra solución concreta gracias al trabajo de Hyundai/Kia, la batería de polímero de iones de litio. Presentado como más resistente al enfriamiento, también tiene la ventaja de ser más ligero y fácilmente modulable (gracias al electrolito polimérico). El Kia Soul EV y el Hyundai Ioniq son ejemplos de esta eficiencia.
¿Por qué la potencia de un coche eléctrico se mide en kW?
Mientras que es habitual hablar de la potencia máxima de un vehículo con motor de combustión en términos de caballos de vapor (no confundir con los caballos fiscales – CV), la potencia de los coches eléctricos se mide en kW. Originalmente, James Watt determinó la potencia necesaria para que un caballo hiciera girar su molino de molienda en comparación con una máquina de vapor o de combustión. Posteriormente, se dio su nombre (Watt) a la unidad de potencia eléctrica. Sin embargo, hay dos unidades de potencia. Uno es europeo (hp), el otro británico (hp o horsepower). Así, 1 CV = 735,5 W mientras que 1 CV = 746 W. De hecho, es más pertinente presentar un coche eléctrico con una potencia de 73,55 kW, aunque culturalmente tendamos a presentarlo con 100 CV (o 98,6 CV).